Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el papa Francisco, falleció este lunes a las 7:35 (hora de Roma) en su residencia del Vaticano, la Casa Santa Marta. Tenía 88 años y sufrió un paro cardíaco mientras dormía, según confirmó el cardenal Kevin Joseph Farrell en un comunicado oficial.
El pontífice, primer papa latinoamericano de la historia y figura clave en el proceso de apertura y reforma de la Iglesia Católica, había sido internado en varias oportunidades durante el último año debido a problemas respiratorios y de movilidad. A pesar de ello, su entorno más cercano aseguraba que su estado era “estable”.
Su última aparición pública fue el domingo, durante la celebración de Pascua en la Plaza San Pedro, donde impartió la bendición “Urbi et Orbi” ante miles de fieles. Lo hizo en silla de ruedas y sin asistencia de oxígeno, en lo que fue su última muestra de fortaleza y compromiso pastoral.
Francisco será recordado por su estilo cercano, su mensaje de paz, justicia social y cuidado del medio ambiente, así como por su firme intención de modernizar y humanizar la Iglesia. Su legado deja una huella profunda en millones de personas en todo el mundo.
