En su primera misa como pontífice, celebrada ante los cardenales en la Capilla Sixtina, el papa León XIV –el primer papa estadounidense de la historia– pronunció una homilía centrada en la figura de Cristo y en la responsabilidad que asume como sucesor de Pedro.
León XIV advirtió que no se debe reducir a Jesús a un “líder carismático” o un “superhombre”, y recordó enseñanzas de su antecesor: “Como muchas veces nos ha enseñado el papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de la fe gozosa en Jesús salvador”.
Por primera vez, el nuevo pontífice habló en inglés, luego de haber usado italiano y español en sus mensajes iniciales. “Dios, al llamarme a través del voto de ustedes, me confía este tesoro a mí para que, con su ayuda, sea un fiel administrador”, dijo dirigiéndose a los cardenales.
La misa también tuvo gestos simbólicos: la primera lectura fue en inglés, a cargo de una mujer; la segunda, en español, también leída por una mujer.
Con esta primera homilía, León XIV marca el inicio de su pontificado con un mensaje de continuidad, fe y responsabilidad pastoral.