Horas después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara un alto el fuego entre Israel e Irán, nuevas denuncias cruzadas de agresiones volvieron a encender la tensión en Medio Oriente.
Este martes, el Ejército iraní afirmó que Israel lanzó tres oleadas de misiles contra objetivos en suelo iraní, incluso luego de iniciado el cese al fuego. “El régimen agresor sionista atacó centros en suelo iraní en tres oleadas hasta las 9.00 de la mañana (5:30 GMT) de hoy”, expresó un portavoz del Comando Unificado de Operaciones Khatam al-Anbiya, citado por la agencia estatal Fars.
Según el comunicado oficial, el ataque se habría producido después del horario estipulado para la tregua, que, de acuerdo al anuncio de Trump, comenzaba a las 04:00 GMT del martes (07:00 en Israel y 07:30 en Irán).
La acusación iraní se produce horas después de que el Ejército israelí informara sobre la detección de un nuevo ataque con misiles lanzado desde Irán, lo que hizo sonar las alarmas en el norte de Israel tras haber aceptado la propuesta de cese al fuego promovida por Washington.
El servicio de emergencias Magen David Adom (MDA) informó que no se han registrado víctimas, mientras que medios israelíes señalaron que los misiles fueron interceptados con éxito.
Desde Teherán, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas negó haber lanzado misiles contra Israel “en las últimas horas” y tras el inicio formal del alto el fuego. A su vez, las autoridades iraníes anunciaron la detención de seis personas por supuestos vínculos con el Mossad, en medio del refuerzo de operaciones de seguridad interna tras el comienzo de la ofensiva israelí del pasado 13 de junio.
Según informó la agencia Mehr, los sospechosos fueron capturados en Razán, Nahavand y Hamadan. Se los acusa de mantener contacto con agentes del Mossad, promover disturbios y “dañar la imagen de Irán”.
Por el momento, Israel no ha emitido un comunicado oficial confirmando o desmintiendo las acusaciones iraníes, aunque medios cercanos al gobierno hebreo afirman que las ofensivas respondieron a “movimientos hostiles detectados” en territorio enemigo.
El incidente pone en duda la viabilidad del alto el fuego impulsado por Estados Unidos y eleva el riesgo de una nueva escalada en el ya complejo escenario geopolítico de Medio Oriente.
